jueves, 19 de marzo de 2015

La palabra deuda

Aunque la palabra deudas pueda referirse a muchas situaciones, tanto micro como macroeconómicas, hablaremos en base a su más común acepción que es la obligación que tiene alguien de reintegrar a una persona que le haya adelantado dinero (crédito), bajo condiciones pactadas en cuanto a plazo y cargos sobrevinientes del servicio recibido.

El caso más utilizado de utilización de dinero, fruto de un endeudamiento de un crédito pre-acordado son las tarjetas de crédito, que simplemente se utiliza cuando el potencial deudor lo decide sin más trámite.

La facilidad de gastar es tan grande, que muchas personas no tienen la educación y la formación financiera para tener la real dimensión de las consecuencias de las deudas cuando no se efectúan con control y dentro de los parámetros que le marcan sus ingresos.

Hay una serie de situaciones, en las cuales, quienes no toman en cuenta el manejo del dinero, hacen que puedan caer en un endeudamiento difícil de manejar.

Hay quienes sucumben ante la publicidad que efectúan los potenciales acreedores, ofreciéndoles crédito fácil de obtener. La solución: mirar, pero no consumir solo porque está disponible. Existen malas prácticas que llevan a un endeudamiento descontrolado y es el efectuar pagos mínimos todos los meses, en lugar de cancelar lo gastado en el período, o al menos una muy buena parte. Esto hará crecer la deuda a rangos insostenibles por la acumulación de intereses, pago de impuestos sobre las deudas, y cargos si encima se paga fuera de término.

La solución: mantener un nivel de endeudamiento que se corresponda con la capacidad de repago de acuerdo a los ingresos que deberían reflejarse en un presupuesto personal que marque claramente en que necesitamos gastar y contrastarlos con el control de los gastos realmente realizados a fin de detectar endeudamiento innecesario.

Un endeudamiento excesivo repercutirá negativamente sobre nuestra situación financiera, ya que nuestro comportamiento se verá reflejado en el reporte crediticio, haciendo las cosas cada vez más difícil y encareciendo nuestra capacidad de crédito.

Al salirse de control las deudas, es porque no se tiene el conocimiento financiero para poder revertir la situación.

El mejor consejo es tomar contacto con una reconocida Agencia de Consejería de Créditos sin fines de lucro que podrá asesorarlo sobre las acciones a tomar.

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